La educación religiosa debe enfocarse en llevar a las personas a una relación personal con Cristo y construir una comunidad de creyentes donde se valoren los talentos de cada persona y donde todos salgan a compartir el Evangelio y servir a los pobres, dijo el papa Francisco.

"Los primeros protagonistas de la catequesis son ellos, mensajeros del Evangelio, a menudo laicos, que entran en juego con generosidad para compartir la belleza de haber encontrado a Jesús", dijo el papa el 30 de enero a los participantes en un encuentro organizado por la Oficina Nacional de Catequesis de la Conferencia Episcopal Italiana.

La catequesis debe ser algo que "exprese el amor salvífico de Dios previo a la obligación moral y religiosa: Tu eres amado, tu eres amada, esto es lo primero; que no imponga la verdad y que apele a la libertad, como hacía Jesús", dijo.

Debe poseer "unas notas de alegría, estímulo, vitalidad, y una integralidad armoniosa que no reduzca la predicación a unas pocas doctrinas a veces más filosóficas que evangélicas".

Sin embargo, dijo, un catequista siempre debe enseñar lo que enseña la iglesia y eso incluye la visión y las enseñanzas del Concilio Vaticano II.

"Esto es magisterio: el Concilio es magisterio de la Iglesia", dijo. "O estás con la Iglesia y por tanto sigues el Concilio, y si no sigues el Concilio o lo interpretas a tu manera, como quieres, no estás con la Iglesia".

"A este respecto tenemos que ser exigentes, severos", dijo el papa.

La "selectividad del Concilio, se ha repetido a lo largo de la historia con otros Concilios", dijo. "A mí me da tanto que pensar un grupo de obispos que después del Vaticano I se fueron, un grupo de laicos, otros grupos, para continuar la 'verdadera doctrina' que no era la del Vaticano I".

"Hoy ordenan a mujeres", dijo el papa, aparentemente refiriéndose a las Antiguas Iglesias Católicas que forman parte de la Unión de Utrecht.

"Por favor", dijo el papa al grupo, "ninguna concesión a los que intentan presentar una catequesis que no sea concorde con el Magisterio de la Iglesia".

El papa Francisco también le dijo al grupo que después de cinco años de discusiones intermitentes, la conferencia de obispos italianos debe "iniciar un proceso de Sínodo nacional, comunidad por comunidad, diócesis por diócesis".

Los obispos, religiosos y laicos que se reunieron en Florencia en 2015 para la convención nacional de la iglesia italiana, que se celebra cada 10 años, hablaron sobre la idea de tener un sínodo, pero no se tomaron medidas formales para organizarlo. "Retomarlo, ahora. Es el momento. Y empezar a caminar", dijo el papa.

Citando su discurso a los delegados de la convención en Florencia, el papa Francisco dijo a los miembros de la oficina de catequesis que la educación religiosa debe colocar la dimensión comunitaria de la iglesia en su centro.

"No es el momento de estrategias elitistas", dijo. "En cambio, buscar pertenencias elitistas te aleja del pueblo de Dios quizás con fórmulas sofisticadas; pero pierdes esa pertenencia a la Iglesia que es el santo pueblo fiel de Dios. Es el tiempo de ser artesanos de comunidades abiertas que sepan valorar los talentos de cada uno. Es el tiempo de comunidades misioneras, libres y desinteresadas, que no busquen protagonismo y ventaja, sino que caminen por los senderos de la gente de nuestro tiempo, inclinándose hacia los marginados".

"Es el tiempo de comunidades que miren a los ojos a los jóvenes decepcionados, que acojan a los forasteros y den esperanza a los desencantados. Es el tiempo de comunidades que dialoguen sin miedo con los que tienen ideas diferentes", dijo. "Es el tiempo de comunidades que, como el buen samaritano, sepan acercarse a los que la vida ha herido, para vendar sus llagas con compasión".