ROMA – El Vaticano informó que el próximo 15 de mayo, la Iglesia reconocerá oficialmente a siete nueves santos, entre ellos, el sacerdote Francés Carlos de Foucauld.

El Papa Francisco estableció esta fecha para la canonización, que no se había podido fijar a causa de la pandemia, tal como lo había decretado en el Consistorio público ordinario del pasado 3 de mayo.

Según la oficina de prensa del Vaticano, en la ceremonia de mayo será canonizados Lázaro, llamado Devasahayam, laico, mártir; César de Bus, sacerdote, fundador de la Congregación de los Padres de la Doctrina Cristiana; Luigi Maria Palazzolo, sacerdote, fundador del Instituto de las Hermanas de los Pobres – Instituto Palazzolo; Giustino María Russolillo, sacerdote, fundador de la Sociedad de las Divinas Vocaciones y de la Congregación de las Hermanas de las Divinas Vocaciones; Charles de Foucauld, sacerdote diocesano; Maria Francesca di Gesù (nacida Anna Maria Rubatto), fundadora de las Hermanas Terciarias Capuchinas de Loano; y María Domenica Mantovani, cofundadora y primera superiora general del Instituto de las Hermanitas de la Sagrada Familia.

En el Consistorio público del pasado mayo, Francisco había destacado la «vida cristiana y ejemplar santidad» de los futuros siete nuevos santos.

Carlos de Foucauld nació en Francia, en Estrasburgo, el 15 de septiembre de 1858 y fue bautizado dos días después de su nacimiento. Los padres y la abuela del mártir murieron en 1864, por lo que Carlos, junto a su hermana María, de tres años, se van a vivir con el abuelo paterno.

En sus años de juventud fue un muchacho ambicioso; audaz explorador de Marruecos, donde quedó hondamente impactado por la fe de sus pobladores. Un joven brillante que, por sus grandes aportes geográficos y etnográficos, fue reconocido con la medalla de oro por parte de la Sociedad de Geografía de París.

Después de ser ordenado sacerdote en 1901, para llevar una vida más humilde, dedicada al apostolado del ejemplo, decidió vivir entre los tuaregs del Sur de Argelia, en Beni-Abbés. En 1905 se instaló en Tamanrasset, donde llevó una vida contemplativa, entre la plegaria y el estudio, respetado y venerado por los tuaregs.

Charles de Foucauld fue asesinado durante la Primera Guerra Mundial (1916) por los saqueadores sanusíes en Tamanrasset, ciudad en la que se levanta un monumento en memoria de este acontecimiento. Intentó, sin éxito, fundar una comunidad religiosa, aunque en su espíritu y en sus reglas se inspiran tres congregaciones: Hermanitos de Jesús, Hermanitas de Jesús y Hermanitas del Sagrado Corazón del Padre Foucauld. En 1927 se inició el proceso de su beatificación, que tuvo lugar en 2005.

En su encíclica Fratelli Tutti, sobre la fraternidad universal, el Papa Francisco dice que para escribir el texto se sintió motivado especialmente por San Francisco de Asís, y por otros hermanos no católicos, como Martin Luther King, Desmond Tutu, el Mahatma Mohandas Gandhi.

“Pero quiero terminar recordando a otra persona de profunda fe, quien, desde su intensa experiencia de Dios, hizo un camino de transformación hasta sentirse hermano de todos. Se trata del beato Carlos de Foucauld,” escribió el papa.

“Él fue orientando su sueño de una entrega total a Dios hacia una identificación con los últimos, abandonados en lo profundo del desierto africano. En ese contexto expresaba sus deseos de sentir a cualquier ser humano como un hermano, y pedía a un amigo: «Ruegue a Dios para que yo sea realmente el hermano de todos»”.

“Quería ser, en definitiva, «el hermano universal». Pero sólo identificándose con los últimos llegó a ser hermano de todos. Que Dios inspire ese sueño en cada uno de nosotros,” escribió Francisco al final de su encíclica.