CIUDAD DEL VATICANO -- Amar a alguien que está enfermo requiere “gestos concretos de cercanía”, tal y como se muestra en el relato evangélico del samaritano que ayuda al hombre que ha caído en mano de los ladrones, según ha declarado una oficina del Vaticano.
El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral anunció el 26 de septiembre que el Papa León XIV había elegido el tema para la próxima celebración de la Jornada Mundial del Enfermo: “La compasión del samaritano: amar llevando el dolor del otro”.
La jornada mundial se celebra anualmente el 11 de febrero, festividad de Nuestra Señora de Lourdes. El mensaje papal para la celebración suele publicarse a principios de enero.
Al explicar la elección del tema por parte del Papa, el dicasterio afirmó que el tema “quiere subrayar este aspecto del amor al prójimo: el amor necesita gestos concretos de cercanía, con los que se asume el sufrimiento ajeno, sobre todo el de aquellas personas que viven en situación de enfermedad, a menudo en un contexto de fragilidad debido a la pobreza, al aislamiento y a la soledad”.
Establecido por San Juan Pablo II en 1992, el dicasterio afirmó que el día mundial es “un momento privilegiado de oración, de cercanía y de reflexión para toda la comunidad eclesial y para la sociedad civil, llamada a reconocer el rostro de Cristo en los hermanos y hermanas marcados por la enfermedad y la fragilidad”.
“Al igual que el buen samaritano que se detiene y se inclina ante el herido en el camino, la comunidad cristiana está llamada a detenerse ante quien sufre, y a dar testimonio evangélico de cercanía y servicio hacia los enfermos y los más vulnerables”, afirmó el dicasterio.