CIUDAD DEL VATICANO -- En sus órdenes religiosas, la Iglesia católica cuenta con un grupo de mujeres fuertes, valientes y generosas que se preocupan por los pobres, defienden la paz y comparten el mensaje evangélico de la salvación en Cristo, dijo el Papa León XIV.

En una reunión celebrada el 22 de septiembre con cuatro comunidades que celebran sus capítulos generales en Roma, el papa León destacó a las Hermanas Carmelitas Descalzas de Tierra Santa.

“Es importante lo que están haciendo, con su presencia vigilante y silenciosa en lugares lamentablemente desgarrados por el odio y la violencia, con su testimonio de abandono confiado en Dios, con su constante invocación por la paz”, les dijo el Santo Padre.

“Todos las acompañamos con nuestra oración y, también a través de ustedes, nos acercamos a quienes sufren”, expresó.

Entre las mujeres presentes en la audiencia también se encontraban miembros de las Hermanas de Santa Catalina Virgen y Mártir, las Misioneras Salesianas de María Inmaculada y las Hermanas de San Pablo de Chartres.

Los fundadores de las cuatro órdenes religiosas (Regina Protmann, María Gertrudis de la Preciosa Sangre, Marie-Anne de Tilly --con el padre Louis Chauvet-- Santa Teresa de Ávila, los ermitaños del Monte Carmelo), dijo el Papa, estaban “íntimamente unidas a Dios y, por tanto, consagradas a su servicio y al bien de toda la Iglesia, comprometidas a arraigar y consolidar en las almas de los hermanos ese reino de Cristo que ellas mismas han sentido vivo en primer lugar en su interior, y a expandirlo por toda la tierra”.

En las órdenes religiosas femeninas, dijo, “Dios ha encontrado no una, sino muchas mujeres fuertes y valientes, que no han dudado en correr riesgos y afrontar problemas para abrazar sus proyectos y responder ‘sí’ a su llamada”.

Las mujeres se ocuparon de “las miserias morales y materiales en los entornos más abandonados de la sociedad”, dijo el Papa, y permaneciendo firmes junto a los necesitados, incluso soportaron la violencia o perdieron la vida en guerras.

Afirmando que la Iglesia sigue necesitando mujeres generosas y valientes, el Papa León agradeció a las hermanas por “el bien que hacen en tantos países del mundo y en tantos contextos diferentes”.

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Cindy Wooden