El arzobispo Thomas G. Wenski de Miami y unos 25 Caballeros de Colón se subieron a sus motocicletas para rezar el rosario a la entrada de Alligator Alcatraz, el controvertido centro de detención de migrantes recientemente inaugurado en los Everglades de Florida.

El arzobispo publicó imágenes de la reunión del 20 de julio en su cuenta X, indicando que él y sus compañeros motociclistas --miembros de Knights on Bikes, una organización fraternal de miembros de los Caballeros de Colón-- "se detuvieron a la entrada de Alligator Alcatraz y rezaron el rosario por los detenidos".

Las imágenes compartidas por el arzobispo mostraban a los hombres de pie en círculo, con las motocicletas estacionadas y la cabeza inclinada en oración, con el logotipo de Caballeros de Colón y una cruz bordados de forma prominente en la espalda de sus chalecos.

En su publicación, el arzobispo Wenski señaló que la Arquidiócesis de Miami "aún espera la aprobación para acceder a Alligator Alcatraz" para ofrecer misas a los detenidos.

Según un informe reciente de organizaciones afiliadas a iglesias católicas y evangélicas, los cristianos representan aproximadamente el 80% de las personas en riesgo de deportación. Los cristianos con mayor riesgo de deportación son los católicos, que representan el 61% del total.

Alligator Alcatraz, ubicado a unos 88 kilómetros del centro de Miami, en el Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade Collier, consta de tiendas de campaña con literas en unidades tipo jaula con cercas de alambre y baños comunes a la vista.
El agua, el alcantarillado, la electricidad y el aire acondicionado se suministran mediante unidades portátiles, según el gobernador de Florida, Ron DeSantis. La instalación, que cuenta con una capacidad estimada para 3.000 personas, tiene previsto ser ampliada para albergar a 5.000.

Alligator Alcatraz (también conocido como el Alcatraz de los Caimanes) ha recibido críticas tanto del clero como de legisladores demócratas por sus condiciones y ubicación. Trump, la funcionaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, y DeSantis, católico, destacaron el ambiente hostil como medida de seguridad y disuasión migratoria durante su visita inaugural del 1 de julio.

"Básicamente, es un pantano", declaró el arzobispo Wenski a OSV News en una entrevista el 15 de julio. "Hay numerosos caimanes, pitones y boas constrictoras, y muchísimos mosquitos".

La pista sobre la que se han construido las tiendas de campaña "se calienta aún más porque refleja el calor del día", dijo.

Los detenidos han declarado a The New York Times que las frecuentes lluvias han provocado goteras e intrusiones de insectos, mientras que el acceso a duchas, comidas completas y medicamentos es limitado. También se evidencian enfermedades, falta de sueño y disturbios, dijeron.

NBC 6 South Florida informó que, del 1 al 18 de julio, se recibieron 34 llamadas de emergencia al 911 desde Alligator Alcatraz, un promedio de dos por día.

En declaraciones a OSV News el 15 de julio, el arzobispo Wenski también señaló que el sitio está "muy alejado de los hospitales".

Un funcionario del gobierno, que habló bajo condición de anonimato, declaró al Times que la mayoría de los detenidos en Alligator Alcatraz no tienen antecedentes penales.

Los registros obtenidos por The Miami Herald/Tampa Bay Times muestran que solo un tercio de los que se encuentran actualmente en el lugar tienen antecedentes penales.
"Hay más preguntas que respuestas sobre este lugar", declaró el arzobispo Wenski a OSV News el 15 de julio.

Añadió: "No queremos que personas peligrosas anden libremente por las calles. Pero la mayoría de los inmigrantes no son malas personas. Son básicamente personas que han intentado, con trabajo duro, forjar un futuro de esperanza para sí mismos y sus hijos. Y como tal, han contribuido a la prosperidad de nuestra nación. Y algunos lo han hecho durante años, incluso décadas".

El arzobispo añadió: "No hay hogar al que regresar, porque su hogar está aquí".
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Gina Christian es reportera multimedia de OSV News.

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