WASHINGTON  -- Una encuesta realizada el 31 de octubre por The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research reveló que la mayoría de los adultos estadounidenses afirmaron sentirse ansiosos, frustrados e interesados por la campaña presidencial de 2024, pero pocos dijeron estar entusiasmados.

Una encuesta realizada el 28 de octubre por la misma empresa reveló que el 76% de los votantes afirmaba estar al menos algo preocupado por la violencia destinada a anular los resultados de las elecciones, incluido un 42% que se declaraba extremadamente o muy preocupado por esa posibilidad.

Este año, los obispos estadounidenses han emitido declaraciones condenando la violencia política. En una de ellas, en junio, el arzobispo Metropolitano Borys A. Gudziak, de la Arquidiócesis Católica Ucraniana de Filadelfia, condenó la violencia política después de que una encuesta similar revelara que los estadounidenses estaban preocupados por la posibilidad de que se produjera violencia política tras las elecciones del 5 de noviembre.

En su declaración, el arzobispo Gudziak afirmó que, en "los mejores momentos de la política estadounidense, personas con puntos de vista muy diversos han encontrado un camino hacia la unidad, la justicia, la paz y, en última instancia, el bien común".

"Ese es el ideal al que aspira la buena política", dijo el arzobispo Gudziak, que emitió la declaración como presidente del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. "Sin embargo, cada vez está más claro que el comportamiento violento -- tanto físico como verbal -- es visto ahora por muchos como un medio aceptable para llevar a cabo disputas políticas o ideológicas. El discurso político suele estar lleno de insultos, miedo, ira y ansiedad. Lamentablemente, el racismo, la discriminación religiosa y la xenofobia van en aumento. Los cargos públicos reciben más amenazas de muerte que nunca, algunas de las cuales se convierten en agresiones físicas".

Señaló que cerca de la mitad de los estadounidenses "esperan que haya violencia en respuesta a los resultados de futuras elecciones presidenciales".

Pero esto no tendría por qué ocurrir en Estados Unidos, añadió el arzobispo Gudziak. "No hay ninguna razón para recurrir a la violencia para resolver cuestiones políticas. Para empezar, existen innumerables alternativas no violentas y eficaces. El diálogo y el voto sirven mejor a nuestra dignidad humana, al igual que las protestas pacíficas, las peticiones, las demandas y la desobediencia civil ante la injusticia. Por el contrario, la violencia perjudica a víctimas inocentes. La violencia socava el orden y el Estado de Derecho. En la práctica, la violencia política no garantiza un cambio positivo o duradero".

La encuesta del 28 de octubre reveló que una gran mayoría -- 86% -- de los votantes inscritos afirmaba que el candidato perdedor "tiene la obligación de aceptar los resultados" de las elecciones una vez que se han emitido los votos.

Pero solo el 33% dijo que Trump -- quien ha afirmado infundadamente que le robaron las elecciones de 2020 -- lo hará si pierde en 2024. Pero el 77% de los votantes dijeron que creen que Harris concederá si es que pierde.