El Vía Crucis (Viacrucis) es una de las devociones más antiguas de la Iglesia y suele ser una de las mayores manifestaciones de piedad popular en varios países de América Latina. Si bien esta oración recreación de las escenas de la pasión de Jesús se realiza durante todo el año, lo más común es su práctica en los viernes de Cuaresma.

Sin embargo, esta tradición tan especial de cara a la Pascua también ha sido afectada en Nicaragua de parte de la dictadura encabezada por Daniel Ortega y Rosario Murillo. Según informaron medios locales como Confidencial el 23 de febrero, el régimen de Nicaragua -- en lo que es considerada como una nueva arremetida contra la Iglesia -- prohibió las procesiones de Viacrucis en las calles.

"Los viacrucis se van hacer meditados, pero dentro del templo; procesión en la calle no", aseguró a ese medio una feligrés e integrante de una comunidad parroquial en Matagalpa, sitio vinculado al Obispo Rolando Álvarez, quien fue condenado a 26 años de prisión tras negarse a ser desterrado junto a otros 222 presos políticos.

Testimonios similares surgieron desde otros sitios del país como Masaya o Managua, mientras que fuentes vinculadas a la Iglesia manifestaron también a ese medio que la prohibición de las procesiones proviene de la policía.

"Después de la Misa del mediodía que presidió el señor obispo, me visitaron las autoridades correspondientes para comunicarme que el viacrucis que tradicionalmente hacemos los viernes de Cuaresma sólo puede hacer su recorrido alrededor de la catedral", dijo el Padre Winder Morales, de la Diócesis de Granada, en declaraciones publicadas por el diario nicaragüense La Prensa.

Vatican News reportó que "por disposición policial, se ha prohibido Via Crucis y procesiones, a menos que se hagan en perímetros parroquiales" en Nicaragua y que "algunas parroquias, con permiso, pueden hacer procesiones alrededor del templo". La Arquidiócesis de Managua publicó en redes sociales fotos de los Vía Crucis celebrados en sus parroquias y perímetros parroquiales el primer viernes de Cuaresma, el 24 de febrero. Pero, según Vatican News, la peregrinación al Santuario Cristológico en La Conquista que normalmente tiene lugar los sábados de cuaresma no se dio y la procesión se hizo solamente alrededor del santuario.

Pero más allá de lo sucedido con el Viacrucis en el inicio de Cuaresma (con incertidumbre también con respecto a lo que sucederá en 2023 con otras tradiciones como el Domingo de Ramos y el Domingo de Pascua), la afectación de diversas procesiones se ha transformado en una especie de "modus operandi" del régimen de Ortega en los últimos meses. Reportes de intervenciones a este tipo de procesiones en 2022 abundan (Incluyendo procesiones en honor a la Virgen de Fátima, San Miguel Arcángel y San Jerónimo, entre otras).

Recientemente -- en medio de los acontecimientos que han generado atención a nivel internacional como el destierro de presos políticos y despojos de ciudadanías de más de 300 nicaragüenses (entre ellos al obispo auxiliar de Managua, Monseñor José Silvio Báez y varios sacerdotes) -- también se afectaron procesiones como Jesús Sacramentado, el Señor de los Milagros, la Virgen de Candelaria, San Silvestre y San Sebastián y Santo Domingo.

Este nuevo episodio de hostilidad contra manifestaciones religiosas coincide con un nuevo discurso cargado de críticas y agravios contra la Iglesia –- a la que calificó de "mafia" -- de parte de Ortega.

"Son una mafia, miren los crímenes que han cometido, cuántos crímenes han cometido y siguen saliendo crímenes todos los días", expresó Ortega durante la conmemoración del 89 aniversario de la muerte de Augusto C. Sandino este martes 21 de febrero.

En noviembre de 2022, Ortega también había acusado de "dictadura perfecta" a la Iglesia, concepto que de alguna manera volvió a defender el 21 de febrero: "¿Quién elige al Papa? ¿Cuántos votos consigue el Papa entre lo que es el pueblo cristiano? Si vamos a hablar de democracia el pueblo debería elegir en primer lugar a los curas del pueblo (…) Que sea el pueblo el que decida y no la mafia que está organizada en el Vaticano".

Las declaraciones de Ortega se dieron días después del pedido del Papa por la paz en Nicaragua tras rezar el Ángelus el 12 de febrero. Allí, el Papa Francisco rezó por el Obispo Álvarez y por las personas que han sido deportadas a Estados Unidos. "Rezo por ellos y por todos los que sufren en esa querida nación, y pido vuestras oraciones", dijo.

En una declaración emitida el 21 de febrero, el Arzobispo Timothy P. Broglio, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, se solidarizó con el pueblo nicaragüense. También agradeció a la comunidad católica de Estados Unidos por la bienvenida dada a los presos políticos que fueron deportados e hizo un llamamiento al gobierno de Estados Unidos y a otros países "para que sigan buscando la liberación de Monseñor Álvarez y el restablecimiento de los derechos humanos en Nicaragua".

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Pablo Cesio es editor de Información, Sociedad y Cultura para América Latina en Aleteia.org, donde se publicó este artículo. (El equipo de OSV News contribuyó con este despacho.)